música

Así suena Jaén

Durante las últimas publicaciones os hemos hablado de la gastronomía, la cultura y el entorno natural de Jaén y esta semana, desde Olivara, queremos hablaros de los sonidos de la tierra. Y lo hacemos, precisamente, porque se acaba de estrenar el himno oficial de la provincia. Aceituneros es el nombre de esta composición de Santiago José Báez quien ha puesto música al poema de Miguel Hernández.

La cantaora Carmen Linares ha tenido el privilegio de ponerle voz a este himno en el estreno oficial que ha tenido lugar en el Paraninfo del Conservatorio Superior de Música. Un acto, en el que también se pudo escuchar una versión interpretada a varias voces en la que el tenor Miguel Arjona estuvo arropado por la Orquesta Sinfónica y el Coro del Conservatorio, así como por el Grupo Polifónico de la Real Sociedad Económica de Amigos del País. Todo ello bajo la dirección de Ángel Luis Pérez Garrido.

Una gran composición para una gran tierra.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos.

Levántate, olivo cano,
dijeron al pie del viento.
Y el olivo alzó una mano
poderosa de cimiento.

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién
amamantó los olivos?

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.

Árboles que vuestro afán
consagró al centro del día
eran principio de un pan
que sólo el otro comía.

¡Cuántos siglos de aceituna,
los pies y las manos presos,
sol a sol y luna a luna,
pesan sobre vuestros huesos!

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
pregunta mi alma: ¿de quién,
de quién son estos olivos?

Jaén, levántate brava
sobre tus piedras lunares,
no vayas a ser esclava
con todos tus olivares.

Dentro de la claridad
del aceite y sus aromas,
indican tu libertad
la libertad de tus lomas.

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